Fuerza espiritual para cada día
“También vosotros, por cierto, tenéis angustia ahora; pero yo os veré otra vez. Se gozará mucho vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. En aquel día no me preguntaréis nada.” Juan 16:22-23
¿Por qué no recibes respuesta a ciertas preguntas que realizas en tus oraciones? Porque Dios te ama, porque tiene grandes planes para ti y quiere hacer algo glorioso a través de ti, como lo hizo a través de Jesús. Debemos tener el coraje de dar la honra a Dios cuando El permanece silencioso. En tales momentos, justamente, tendríamos que aferrarnos a este hecho: El calla porque nos ama. No importa que no comprendamos Su amor. Un día vamos a entenderlo. Cuando veamos a Jesús, todas las preguntas tendrán su respuesta. Cuanto Lo veamos tal como El es, cubriremos nuestro rostro con las manos y adorándolo nos inclinaremos delante de El y confesaremos: “Oh Señor, no tenía la menor idea de lo buenas que eran tus intencions para conmigo. Perdona mis preguntas rebeldes, mi impaciente insistencia.” Ciertamente, se cumplirá lo que dice el Señor Jesús: “En aquel día no me preguntaréis nada.” Dobla tus rodillas y no preguntes más por qué o para qué. Al fin y al cabo, no podrás responder a estas preguntas, pues la respuesta está oculta en el insondable y especial amor del Señor hacia tu persona.