
¿Verá la Iglesia al Anticristo?
Permitimos que diferentes cristianos fieles a la Biblia se pronuncien sobre diversos asuntos que en parte son controvertidos. “Como hierro con hierro se aguza, así un hermano aguzará a otro” (Prov. 27:17), para que los creyentes unidos “crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Ef. 4:15).
¿Verá la Iglesia al Anticristo?
No, la Iglesia no verá al Anticristo
Cuando tomamos todas las aseveraciones de las Escrituras, vemos que la Iglesia no verá al Anticristo. Apocalipsis deja claro que el Anticristo se presentará en conexión con el tiempo de la tribulación (también llamado “Día del Señor”), y esa tribulación la Iglesia no la vivirá (ver abajo):
1. La tribulación también es llamada como “temor de Jacob” o “angustia de Jacob”: “¡Ah, cuán grande es aquel día! Tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado” (Jer. 30:7). Este término ya sugiere para quién está determinado ese tiempo, es decir para “Jacob”, el pueblo de Israel étnico.
2. Cuando el Señor Jesús habla sobre el tiempo del fin de Israel en Mateo 24, Él hace referencia a este tiempo de angustia. Sin embargo, la Iglesia como cuerpo de Cristo, en ese momento, aún era un misterio total (Ef. 3:4-6): “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá” (Mt. 24:21).
3. Este foco de la tribulación sobre Israel queda confirmado por el hecho de que la llamada “70ma. semana” en la cual sucederá la tribulación, se refiere solamente al pueblo judío: “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad…” (Dn. 9:24). Tal como las anteriores 69 semanas tienen exclusivamente a Israel como foco, así también la “septuagésima semana” se refiere solamente a Israel. Entre la semana 69 y la 70 se encuentra el tiempo de la dispensación de la Iglesia. Cuando la Iglesia haya sido quitada de la Tierra, comenzará la semana 70 para Israel. En ese tiempo, caerá el juicio sobre Israel, aparecerá el Anticristo, se dará la restauración espiritual de Israel y la segunda venida de Jesús en gloria.
4. La ira no está determinada para la Iglesia; está destinada para Israel y las personas incrédulas que rechazan a Jesús. La Iglesia ya no será juzgada porque ya ha sido juzgada en Cristo (a excepción del Tribunal del Galardón). Más bien la Iglesia, como cuerpo de Cristo cuya cabeza es el Señor, juntamente con Él juzgará al mundo y a los ángeles (1 Ts. 1:10; 5:9; Ro. 5:8-9; Ef. 5:6; Col. 6:3; 1 Co. 6:2-3). Este juicio, es decir esta ira, se derramará en el tiempo de la tribulación (Ap. 6:15-17). Por eso, podemos partir de la base de que la Iglesia ya habrá sido arrebatada para estar con el Señor, desde el cielo participará en los juicios y al final de la tribulación regresará con su Señor (Ap. 19.11, 14).
5. El tiempo del juicio de Dios también es llamado “Día del Señor”. Este “día” incluye la tribulación, el tiempo del Anticristo y la segunda venida de Jesús en gloria. Jesucristo y Sus apóstoles han llamado la atención a que aquel día caerá sobre el mundo como ladrón en la noche (Mt. 24:43; 1 Ts. 5:2; 2 P 3:10). El apóstol Pablo, sin embargo, aclara que la iglesia no pertenece a esa noche: “que cuando digan: paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón” (1 Ts. 5:3-4). El apóstol hace una clara diferencia entre “ellos” y “vosotros”, y no solamente por esta razón. Él habla mucho de que la Iglesia de Jesús en todo tiempo debe pasar por tribulaciones, pero en ningún pasaje Pablo menciona que pasará por la gran tribulación del juicio de Dios.
6. El Día del Señor tiene que ver con la aparición del Anticristo (2 Ts. 2:2-3). Este Anticristo recién se manifestará cuando la Iglesia, como elemento que retarda su llegada, ya no esté presente (2 Ts. 2:6-7).
7. Por último, podemos ver que el Día del Señor no es para la Iglesia en 2 Tesalonicenses 2:9-12: “Inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia”. La Iglesia de Jesús ha aceptado el amor a la verdad y por eso no tendrá que pasar por el tiempo en el que Dios permitirá que se muestren las consecuencias de las creencias falsas.
NORBERT LIETH
Sí, puede ser que la iglesia vea al Anticristo
Personalmente, yo también desearía que la Iglesia fuera arrebatada antes de la aparición del Anticristo, pero no veo esto como una aseveración clara en la Biblia. Por eso, recomiendo a todos los creyentes prepararse para ambas cosas: para el arrebatamiento que puede suceder en cualquier momento y para la persecución venidera, que en algunos países ya está sucediendo. Acerca de esto, comparto una fundamentación breve en forma de tesis:
1. En Apocalipsis 7, leemos de dos grupos: de 144,000 sellados de las 12 tribus de Israel (el número completo de los redimidos de Israel), y de una multitud incontable “de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas” (los redimidos de entre los pueblos no judíos). Estos últimos, como vencedores, estaban delante del trono de Dios “vestidos de ropas blancas y con palmas en las manos”. Y de ellos dice que “han salido de la gran tribulación”, o sea que no han sido arrebatados antes de la misma.
2. En Apocalipsis 13:7, leemos que le es dado a la bestia que sale del mar (Anticristo) “hacer guerra contra los santos y vencerlos”. Los “santos” en el Nuevo Testamento siempre son todos los cristianos nacidos de nuevo, y no solo los de entre el pueblo de Israel, sino también de entre las naciones (cp. Ro. 1:7 y otros).
3. Aparte de eso, en Apocalipsis 13:16-18 se les advierte y llama a todos los creyentes a calcular el número de la bestia para no ser seducidos. Todas estas y otras advertencias en Apocalipsis serían superfluas si la iglesia ya hubiera sido arrebatada en ese tiempo.
4. Jesucristo predice en Mateo 24:21-22 que los días de la gran tribulación serán acortados “por causa de los escogidos”. Eso significa que el tiempo de sufrimiento por el Anticristo no le será evitado a la Iglesia. Más bien, la Iglesia entrará en el tiempo de tribulación, pero será arrebatada en ese período (cp. Ap. 3:10, donde en el griego habla literalmente de que serán guardados “de la hora de la prueba”). El Nuevo Testamento no expresa en ningún momento que los “escogidos” se limitarán a Israel, sino que se refiere a la Iglesia unida en Cristo, formada por Israel y las naciones (cp. Ef. 2; Ro. 8:33; 16:13; 2 Ti. 2:10; Tito 1:1; 2 Jn. 13).
5. Según 1 Corintios 15:52, la transformación de los creyentes que aún vivan en el fin sucederá “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta”. Según el testimonio interno del Nuevo Testamento, el “misterio” de 1 Corintios 15:51-52 sigue siendo detallado y revelado en Apocalipsis 10:7 y 11:15-19, y eso en la figura de la séptima (última) trompeta, de la cual procede el último incremento de los siete juicios de las copas de ira durante la tribulación del Anticristo. Eso significa que la Iglesia será arrebatada antes de la ira de Dios (cp. 1 Ts. 1:10 y 5:9), es decir antes de los siete juicios de las copas de ira con los que es consumada la ira de Dios (Ap. 15:1).
6. En 2 Tesalonicenses 2, Pablo escribe de la “venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él” (arrebatamiento), enfatizando inequívocamente que “no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado (anomia)”, o sea el Anticristo. Esta secuencia no puede ser invertida sin violentar la Palabra de Dios.
7. ¿Pero qué es lo que detiene al Anticristo, de acuerdo a ese mismo capítulo? Según comprendo, en este contexto esto no puede hacerse referencia al Espíritu Santo en la Iglesia, ya que este después del arrebatamiento está presente otra vez en la tierra en los nuevos convertidos. Los vencedores de Apocalipsis 15:2 solo pueden vencer por medio del Espíritu Santo, de modo que este todavía está allí. Más bien, podría tratarse de las leyes todavía inspiradas principalmente por el espíritu cristiano y sus representantes, que ahora ante nuestros propios ojos son desechadas cada vez más (por ej.: implantación del “matrimonio para todos”). Este quitar el obstáculo de una orden jurídica de características cristianas que le detiene, prepara el camino para el dictador anticristiano.
8. ¿Cómo sabemos que el arrebatamiento de la Iglesia puede suceder en cualquier momento? Porque Jesús nos amonesta a estar siempre velando y preparados, y por eso no debemos intentar calcular una fecha determinada (Mt. 24:36ss). Tampoco sabemos si la septuagésima semana (según Daniel 9:27 la tribulación anticristiana) ya ha comenzado y hasta donde podríamos haber avanzado en ese período.
¡Seámosle fieles al Señor Jesús, estemos velando y no nos dejemos seducir de ninguna manera por el Anticristo ni sus precursores!
LOTHAR GASSMANN