
Tesoros de la profundidad y el asalto de Gog de Magog
Israel ha descubierto enormes campos de gas en el Mar Mediterráneo y petróleo en los Altos de Golán. Aparte de eso, está la esperanza de yacimientos de piedras preciosas en las profundidades de la tierra. ¿Qué significa esto a la luz de la Palabra profética de la Biblia?
Después del colapso de la Unión Soviética entre 1990 y 1991, desapareció el gran superpoder ruso. El mundo dio un suspiro de alivio; la paz parecía estar más cerca. Algunos preguntaban en tono de burla dónde habría quedado entonces nuestro Gog de Magog, y acusaban de interpretación bíblica falsa a aquellos que veíamos en Ezequiel 38 y 39 una amenaza apocalíptica desde Rusia. Pero tan solo dos décadas y media más tarde, el panorama volvió a cambiar: Rusia llega a Siria jactándose de ayudar al dictador Assad, e incluso amenaza con derribar aviones estadounidenses que ayudan a los rebeldes.
El hecho es que el Profeta Ezequiel habla de una invasión proveniente del extremo norte que sucederá en el fin de los años, en el último tiempo (Ez. 38:6). El entorno que él describe demuestra ser sumamente actual: “De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones…” (Ez. 38:8).
¡Gog se acercará con los pueblos enumerados en Ezequiel 38 para “tomar botín”! ¡Es más, para tomar “grandes despojos”! Ese es su verdadero propósito. Si miramos ahora al pequeño Israel, que con gastos enormemente altos debe luchar por su seguridad y defensa, ¿dónde hay grandes despojos ahí? A comienzos de la fundación del Estado hubo que recibir e integrar personas provenientes de más de 130 países, sobrevivientes del Holocausto, y cientos de miles de refugiados judíos en su mayoría sin recursos, provenientes de países árabes. La pobreza de Israel y las riquezas crecientes de los países vecinos poseedores de petróleo conformaban un panorama bastante desalentador.
“¿No hay petróleo, Moisés?”, preguntaba el satírico israelí Ephraim Kishon. Es una conocida broma israelí: accidentalmente Moisés lleva al pueblo judío justamente al único rincón del Cercano Oriente donde no hay petróleo. Hasta hace pocos años, en Israel se reían de cualquier rumor que señalara que se habría encontrado dicho combustible. No obstante, diversos intérpretes de la Biblia y amigos de Israel seguían haciendo énfasis en los diferentes versículos bíblicos que hablan de “riquezas en la profundidad”. Esto, entre otros, también lo hizo Wim Malgo, fundador de la Obra Misionera Llamada de Medianoche.
Jacob (Israel) proféticamente compartió con sus hijos lo que les sucedería en los “días futuros” (otras traducciones hablan de los “últimos días”). Juntamente con las bendiciones del cielo, Jacob mencionó también las “bendiciones del abismo que está abajo” (Gn. 49:25). Moisés enfatizó esto algunos siglos después: “Bendita de Jehová sea tu tierra (la de José), con lo mejor de los cielos, con el rocío, y con el abismo que está abajo” (Dt. 33:13); y en relación con Zabulón y Aser: “Por lo cual chuparán la abundancia de los mares, y los tesoros escondidos de la arena” (Dt. 33:19). Una promesa similar fue la que recibió también el rey persa Ciro en forma detallada: “Y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados” (Is. 45:3).
Desde el fin del milenio pasado, esta bendición apocalíptica comienza a cumplirse en la Cuenca del Levante, al este del Mediterráneo. Primero fue el descubrimiento de un yacimiento menor de gas natural en las cercanías de Askelón y Asdod, frente a la costa norte de la Franja de Gaza. En el año 2009, se vio el mayor logro con el yacimiento Tamar, cerca de 90 km al oeste de Haifa en el Mediterráneo, comenzando en 2013 el transporte comercial de gas y su procesamiento. Se estima que el yacimiento Tamar posee cerca de 238 mil millones de metros cúbicos. Tan solo un año más tarde, Israel encontró la enorme reserva Leviathan, 135 km al oeste de Haifa, a 5 km de profundidad. Allí abajo hay 621 mil millones de metros cúbicos, lo que hace que Leviathán sea el yacimiento de gas en aguas profundas más importante hallado en los últimos diez años. A partir de 2019, se piensa extraer gas en ese lugar. Actualmente Israel necesita unos 340 millones de metros cúbicos por año. En lo que respecta a la situación de gas y energía, en el correr de unos pocos años, Israel ha pasado de la hambruna a la abundancia (“la abundancia de los mares…”; Dt. 33:19). Incluso ya se han concretado y se continúan concretando contratos de exportación a otros países.
El descubrimiento de los inmensos yacimientos de gas y de petróleo en la parte este del Mediterráneo cambia radicalmente el panorama de la región. De hecho esta es la oportunidad para que Israel pase de dependencia a la soberanía energética, como lo escribe F. William Engdahl: “Los descubrimientos recientes de grandes, enormes depósitos de petróleo y gas que se encuentran en una parte antes poco investigada del Mediterráneo (entre Grecia, Turquía, Chipre, Israel, Siria y el Líbano), permiten suponer que la región podría convertirse en un nuevo Golfo Pérsico. En el caso de que el consumo mundial se mantenga en el mismo nivel, algunos consideran que los yacimientos de gas hasta ahora conocidos en la tierra puedan alcanzar para los siguientes 60 años. Este pronóstico aumenta el valor de los hallazgos en el este del Mediterráneo.
Un portavoz del Programa de Recursos Energéticos del Instituto Geológico de los Estados Unidos señaló: “¡El área de aprovechamiento del Levante se iguala a las grandes regiones de explotación mundial! Su yacimiento de gas natural es más importante que todos los que hemos conocido en los Estados Unidos”.
F. William Engdahl, un publicista, periodista financiero y docente americano-alemán, es especialista en asuntos de energía y geopolítica, y es considerado un conocedor de los intereses geopolíticos de las potencias mundiales, particularmente de las americanas. Engdahl explica: “Las nuevas cuestiones en relación con el control de las enormes reservas de energía descubiertas frente a la costa de Israel y Líbano, al igual que frente a las orillas chipriotas, griegas y turcas, jugarán un rol cada vez más importante en una región que ya es una de las más complicadas del mundo a nivel político”. Jochen Stanzl, analista de mercado de CMC Markets, evalúa la nueva situación de la siguiente manera: “¡Israel se convierte en la Arabia Saudita del mañana!”.
“¿No hay petróleo, Moisés?” Esta queja en los últimos años se ha callado definitivamente. Otro hallazgo de petróleo en las cercanías de Katzrin en los Altos del Golán capta la atención pública: “Hablamos aquí de una capa de 350 metros de grosor. Por término medio, tales capas tienen entre 20 y 30 metros de espesor; aquí tenemos una capa de diez veces ese grosor, o sea que hablamos de cantidades considerables”, explicó en la televisión israelí el geólogo Juwal Bartow de Afek Oil & Gas.
Con un largo de 60 km y un ancho de 25 km, la región de los Altos del Golán llega a un total de 1150 km2. La elevación más alta es el Monte Hermón en el norte, con 2814 metros de altura, y el lugar principal israelí del Golán es Katzrin. En los Altos del Golán, viven un total de 20,000 israelíes judíos en 33 ciudades y aldeas, y un número similar de drusas en una región pequeña con cuatro aldeas en el norte del Golán. Como los sirios, repetidas veces, bombardearon el norte de Israel desde allí, Israel conquistó y anexó esta región de importancia estratégica después de la victoria de la Guerra de Seis Días (junio 1967). La noticia del hallazgo de petróleo, sin lugar a dudas, agravará la situación política: como los países de la región no reconocen a Israel, nadie debe creer que Siria y los demás vecinos mirarán pasivamente mientras Israel saca “su petróleo árabe” de la tierra o del Mediterráneo.
Aún no se conoce si Israel también posee metales y piedras preciosas como riquezas naturales adicionales. Algunos, sin embargo, suponen que hay grandes reservas de oro, y por eso algunas empresas cavan en las cercanías de Eilat y en el Mar Rojo. Incluso se supone que hay uranio al suroeste de Masada, entre la ciudad de Arad y el Mar Muerto. A pesar de esto, hasta el día de hoy la única piedra preciosa conocida en el país es la Piedra de Eilat, que es considerada la piedra nacional de Israel y se compone de crisocolas, malaquita, azurita, turquesa y seudomalaquita. Allí donde se le encontraba hasta los años de 1970 y 1980, era donde el Rey Salomón tenía sus minas de cobre. Toda la región sur tiene también el potencial de “tesoros de la profundidad”. Hoy Israel es líder mundial en producción y comercio de diamantes, y su bolsa de diamantes es el mayor lugar de comercialización de diamantes a nivel mundial.
Con respecto al gas natural y al petróleo, la situación ya ha cambiado y eso se puede considerar como una señal de los últimos tiempos de la bendición de Jacob. Por eso es muy posible que Israel extraiga tesoros aún más grandes de las profundidades y de la arena. Destaca en este contexto la empresa Shefa Jamim. Su nombre significa “superabundancia del mar”, apoyándose directamente en la bendición de Moisés para Zabulón e Isacar: “Por lo cual chuparán la abundancia de los mares, y los tesoros escondidos de la arena” (Dt. 33:19); “abundancia de los mares” también es traducido como “sobreabundancia”. Es interesante que Shefa Jamim fue fundada el año 1998 como primera empresa para la explotación de piedras preciosas en Israel. En realidad, comenzó en 1988 cuando a 9,000 km de distancia el rabino neoyorquino Menachem Mendel Shneerson dijo: “Haifa se encuentra a orillas del mar, y uno no debería preocuparse por la profundidad. Haifa tiene el mar y tiene un valle. Y el valle esconde piedras buenas y preciosas. El Señor ha realizado algo maravilloso. Él ha escondido las piedras en lo profundo de la tierra. Parece que se encuentran en lo profundo del río”. Abraham Taub fue animado por el rabino a dedicarse a la explotación de diamantes. De ahí que Taub hizo sus maletas, comenzó a buscar piedras preciosas en los valles de Haifa, y para eso fundó Shefa Jamim.
Los prospectores ya encontraron rocas kimberlita que pueden contener diamantes. Los valiosos cristales se forman bajo extremo calor y presión en el interior de la tierra. Si bien las erupciones volcánicas lanzan rocas kimberlita a la superficie de la tierra, solo en un 1% de las mismas hay diamantes. Hasta ahora se extrajeron cientos de piedras valiosas en el norte de Israel: rubíes, zafiros, granadas, al igual que 77 microdiamantes (entre ellos un diamante blanco, naturalmente puro de 0.8 quilates). También se descubrieron moissanitas sumamente raras (un mineral que en dureza y brillo se aproxima al diamante). Con 4.1 milímetros de largo una de ellas es el hallazgo de moissanita más grande a nivel mundial. Además de eso, en las rocas también se descubrió tistarita, que hasta el día de hoy solo fue encontrada una vez en el meteorito que cayó el 8 de febrero de 1969 en Pueblito de Allende, México. A eso se agrega que la mitad de la composición de las piedras corindón que fueron extraídas y analizadas, es científicamente desconocida. Por otro lado, se agregan dos hallazgos recientes: un mineral natural que se le ha puesto el nombre “ShefaTAZit”, y un nuevo tipo de cristal que llamarán “Zafiros de Carmelo”.
En el mundo los diamantes son cada vez más escasos. Desde hace 15 años no se ha descubierto ningún yacimiento mayor, y en países asiáticos florecientes como China e India sigue aumentando la demanda. El geoquímico canadiense Mark Fedikow, quien asesora a Shefa Jamim, parte de una posibilidad de 20 o 30% que la empresa de aquí a cinco años pueda extraer diamantes en mayor volumen. Hasta entonces, no obstante, la compañía todavía necesita de fuertes inyecciones de capital muy superiores a las inversiones iniciales de 15 millones de dólares. De otro modo no se podrá perforar a la profundidad suficiente como para encontrar piedras preciosas especialmente grandes. El reconocido geólogo australiano, William Griffin, experto en la exploración de la corteza terrestre, dio a conocer sus observaciones después de la inspección directa de los resultados de la perforación de Shefa Jamim: “Israel tiene grandes yacimientos de piedras preciosas que justifican una explotación comercial”.
Nos encontramos en medio de enormes cambios. Pareciera que se están haciendo realidad las bendiciones apocalípticas de Jacob y Moisés, y que Israel, a través de los sucesivos descubrimientos de grandes reservas de gas natural y de petróleo, está en camino a hacerse rico. De la dependencia energética a la soberanía y de la hambruna a la abundancia. ¡Seguramente continuaremos viendo cómo Israel es bendecido por nuevos tesoros de las “profundidades que están abajo”! No obstante, esto también suscitará la envidia, las malas intenciones y la agresividad del enemigo, y traerá a Gog y sus aliados a los montes de Israel. Pero entonces se revelará a todo el mundo el cuidador de Israel, y destruirá al enemigo de Dios y de Israel.