
El problema de los padres helicóptero
Cada vez son más los artículos que señalan los peligros que conlleva la sobreprotección de los hijos. Un ejemplo de este tipo de artículos lo encontramos en tz.de, donde Tanja Kipke cita al psicólogo e investigador generacional Rüdiger Maas, quien afirma que los niños y jóvenes son “más dependientes y están más desorientados que nunca antes”. La culpa la tienen los llamados padres helicóptero. “Tenemos una paternidad muy insegura que intenta proteger al máximo a los niños y quitarles todo lo posible (en el sentido de responsabilidades)”, afirma el psicólogo. Kipke escribe: “La consecuencia devastadora es que está creciendo una generación con falta de empatía, tolerancia a la frustración y valor para enfrentarse a la vida…”. Maas se queja de que se les está quitando demasiado a los niños. Ya no aprenden a superar el aburrimiento por sí mismos, y su “tolerancia a la frustración” también es menor. Uno de cada cuatro niños en Alemania es infeliz y tiene dificultades para hacer amigos. Los teléfonos inteligentes, que tienen el efecto de un gramo de heroína en los niños, tienen parte de la culpa. Maas recomienda a los padres: “Tenemos que tomarnos en serio a los niños, y propiamente tomarlos en serio como niños. Tenemos que darles la oportunidad de demostrar su valía”. Y es “enormemente importante —concluye Kipke— que los padres dejen a un lado el smartphone en el poco tiempo que tienen con sus hijos”.