“El orden mundial post corona”

Fredi Winkler

En el diario israelí Jerusalem Post, se publicó un artículo titulado “El orden mundial post corona”, en el que se subraya que la crisis epidémica global cambiará al mundo, al igual que lo hizo la Primera Guerra Mundial, la Gran Depresión de 1929, la Segunda Guerra Mundial, la caída de la cortina de hierro y el atentado del 11 de septiembre.

Todos estos eventos provocaron cambios y crearon nuevos panoramas que transformaron al mundo de manera definitiva. En los últimos tiempos, la globalización y la eliminación de los límites fronterizos han ocupado un lugar primordial en el programa político de Occidente. Sin embargo, lo primero que hicieron muchos Estados para combatir la proliferación del virus fue cerrar las fronteras. Es probable entonces que una de las consecuencias de la crisis sea el retroceso de una globalización que, en parte, se volvía amenazante, fortaleciéndose de nuevo el Estado individual.

Nunca hubo una época como la nuestra, donde viajar y vacacionar en los países lejanos haya sido tan popular. No me refiero con esto solo a los numerosos cruceros de lujo, sino también a los jóvenes mochileros que recorren el mundo. Sin embargo, una vez desatada la crisis, todos tenían urgencia por volver a sus hogares, por arribar al lugar donde se sentían seguros. Y tan pronto como la mayoría logró llegar a su “patria segura”, el tráfico aéreo internacional se redujo a una mínima expresión. El pequeño virus detuvo esta prometida globalización de manera repentina.

En esta crisis, cada Estado depende de su propio sistema sanitario, sin esperar mucha ayuda del exterior. La humanidad se siente insegura: nadie tiene una respuesta clara a la pregunta de cómo terminará todo esto. Es probable que, al final del día, la gran perdedora sea la Unión Europea y su política de fronteras abiertas. El virus obligó a los países al cierre fronterizo, incluso en lugares donde el cruce de frontera apenas se señalizaba. Tanto en Italia como en España, los dos países europeos más afectados, aumenta la crítica contra la UE a causa de su falta de solidaridad en la crisis.

Si miramos los sucesos desde un punto de vista bíblico, surge la pregunta de si tendrá esto alguna relación con los últimos tiempos. En Lucas 21:11, el Señor Jesús habló en el monte de los Olivos sobre las señales de Su venida, nombrando entre ellas las pestes. Es verdad que en la historia hubo muchas plagas de vasta diseminación que generaron consecuencias nefastas, pero esta es la primera pandemia luego de la fundación del Estado judío, es decir, después de que los judíos volvieran a su tierra. Notemos que el cumplimiento de las profecías que anteceden al regreso del señor Jesucristo tiene como condición la repatriación de los judíos.

En Isaías 13, leemos una impresionante descripción del “día del Señor”, el cual vendrá sobre el mundo entero (vs. 11). Aunque el texto refiere a Babilonia, el libro de Apocalipsis utiliza la expresión Babilonia con el fin de denominar el sistema mundial corrompido por la codicia.

Según este pasaje, cada uno volverá a su pueblo y huirá a su país (vs. 14). ¿No es exactamente lo que ha ocurrido en la crisis del coronavirus?

Cuando las catástrofes de los últimos tiempos vengan sobre la humanidad, el tan elogiado mundo globalizado no se hará cargo, sino que abandonará a los hombres a su suerte. Esta es la razón por la cual es tan importante tener una patria y un refugio seguro en Jesucristo. Él nos habló de este lugar en Juan 14:1-4.

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