El cristiano radical

Traudi Federolf

¿Es posible comparar a los musulmanes radicales y los cristianos radicales? ¡No! Una explicación de lo que significa el cristianismo radical.

Los islamistas radicales una y otra vez se encargan de ser noticia de primera plana por su violencia brutal. Cuando eso sucede, los medios de comunicación, a menudo, son rápidos en señalar a los cristianos fundamentales (fieles a la Biblia), con el argumento de que ellos tampoco son mejores que aquellos. Pero, ¿será que un cristiano fiel a la Biblia se hace estallar a sí mismo, con explosivos, por causa de su fe? ¿Será que un cristiano decidido desea convertir a otras personas, a través de actos de violencia?

¡Los verdaderos cristianos son diferentes!

1. El cristiano verdadero y perseverante es aquel que se sabe comprometido solo y únicamente con Jesucristo como Su maestro. Por eso, él ama a todas las personas con quienes se encuentra, aún a sus enemigos. Porque Jesucristo le ha enseñado: “Amen a sus enemigos… y oren por aquellos que los persiguen” (Mt. 5:44).

2. El cristiano verdadero y perseverante habla de su fe, sea oportuno o no. El mensaje de su Maestro es su norma, y es todo para él. Por eso, dice una y otra vez: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Jn. 6:68).

3. El cristiano verdadero y perseverante conoce su Biblia –lo que ella enseña sobre la muerte y la vida, sobre el pasado, el presente y el futuro. Él sigue las normas bíblicas que enseñan en cuanto al bien y el mal. Le dice a su Dios: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Sal. 119:105).

4. El cristiano verdadero y perseverante perdona cuando le ofenden, aun cuando el otro no se sienta culpable y no muestre arrepentimiento. En asuntos de “perdón”, Jesús mismo es el mejor ejemplo para él. Cuando Jesús estaba pendiendo de la cruz, oró a Su Padre celestial con las siguientes palabras: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc. 23:34).

5. El cristiano verdadero y perseverante es una persona apacible y humilde, tal como su maestro Jesucristo. “Era maltratado y humillado, pero él no abría su boca: era como cordero arrastrado al sacrificio, como oveja que va a ser esquilada…” (Is. 53:7).

6. El cristiano verdadero y perseverante sigue a su Maestro, aun cuando esto le cueste la vida. Porque Jesucristo nos dejó “ejemplo para que sigáis sus pisadas” (1 P. 2:21).

7. El cristiano verdadero y perseverante lleva una vida atractiva en la dedicación a Jesús, como verdadero seguidor de su Señor. Una vida que vale la pena. Jesús proclamó: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Jn. 10:10).

¡Le invito a convertirse en un cristiano verdadero y consecuente! ¡Confíele totalmente su vida al Señor Jesús! Dígale a Él todos sus pecados, fracasos y culpas. Crea que Él murió por usted en la cruz. Él pagó con su sangre para que usted pudiera recibir el perdón, tener paz en su corazón, una vida nueva y vida eterna. Siga a Jesús, el mejor y más amoroso Señor, y su vida llegará a tener un valor profundo.

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