
Cuando mi familia fue arrebatada…
A principio de los años 1970, todos en mi pueblo hablaban del libro de Hal Lindsey, La agonía del gran planeta Tierra. Yo tenía unos once años. Al mismo tiempo, se produjo una película cristiana sobre el Arrebatamiento: se llamaba Como ladrón en la noche. Un miércoles de noche vimos la película en la reunión de jóvenes de nuestra iglesia. En una de las últimas escenas ocurre el arrebatamiento, y hay personas que desaparecen de la Tierra, mientras que otras se quedan atrás.
Poco después, en una tarde soleada, llegué de la escuela a casa. Mi madre no estaba. Era algo inusual, ya que ella y mis hermanos siempre se encontraban cuando bajaba del bus escolar y entraba a la casa. Los llamé por sus nombres, los busqué por toda la casa, fui hacia la parte de atrás para ver si alguien estaba allí, pero no encontré a nadie. Salí otra vez hacia la calle para buscarlos allá. Fue en vano.
De repente me vino un pensamiento: ¡Me perdí el Arrebatamiento! ¡Mi familia se fue sin mí!
En un último acto de desesperación decidí volver a entrar y llamar a mi padre a la oficina. Si él se encontraba, todo estaba bien. Sabía que él no sería dejado atrás en el Arrebatamiento.
Al volver a la casa, escuché de repente uno de los sonidos más maravillosos de mi vida: mi madre llamándome. Ella y mis hermanos habían visitado a los vecinos.
Nunca olvidaré aquel día. La verdad del Arrebatamiento de la Iglesia nunca había sido tan real para mí como en aquel día.