Cada vez más antisemitismo en Alemania

Michael Kotsch

El odio a los judíos en Alemania aumenta nuevamente. La manera en que el ideario de derecha extrema, de izquierda y musulmán se convierte en una mezcla peligrosa para los judíos en el país. Una exposición. 

El 25 de mayo de 2019, el comisionado del gobierno federal, Felix Klein, advertía a los judíos en Alemania de no mostrarse públicamente con el kipá: “No puedo recomendar a los judíos usar el kipá en todo tiempo y lugar en Alemania”. Entre otros, en ese tiempo había más ataques por parte de grupos islámicos. Los musulmanes a menudo miraban emisoras árabes “en las que se trasmite una imagen fatal y totalmente unilateral de Israel y los judíos”, según el político. Klein también fundamente esto con “un aumento de desinhibición y embrutecimiento sociales”. 

Es profundamente alarmante que en el país del Holocausto se les recomiende a los judíos no darse a conocer como tales en público para no exponerse a ataques. Pero lastimosamente en el presente son especialmente los radicales de derecha, los extremistas de izquierda y los musulmanes árabes, quienes instigan al odio contra los judíos. En conversaciones personales y en redes sociales se trasmite injurias y noticias erróneas cuyo objetivo es la difamación de judíos y de Israel. 

La realidad trágica del odio nacionalsocialista hacia los judíos es suficientemente conocido en Alemania. No obstante también en grupos específicamente de izquierda se cultiva un antisemitismo fatal. Este hace responsable a “los judíos” y a Israel en general de toda la violencia en el Oriente Medio, sencillamente pasando por alto a miles de atentados terroristas islámicos. Momentáneamente, este antisemitismo de izquierda se muestra, por ejemplo, en los llamados públicos al boicot de mercaderías, servicios, artistas y científicos de Israel (Movimiento BDS/ boicot, desinversión, sanciones). En esto claramente se hace visible un paralelo alarmante a la exigencia de la campaña nacionalsocialista “¡No les compren a los judíos!”. Opiniones mayormente adoptadas unilateralmente del mundo árabe envenenan cada vez más la forma en que muchos alemanes ven a judíos e Israel. A menudo en las afirmaciones preparadas con entusiasmo se encuentran referencias llamativas a declaraciones de la propaganda nazi sobre teorías de conspiración. Solo con reticencia los diplomáticos de izquierda del parlamento federal en mayo 2019 pudieron decidirse a condenar los llamados antisemíticos al boicot de mercaderías producidas en Israel. 

La judía secular Margarita Junowitsch, residente en Alemania, recientemente dijo: “Temo más al antisemitismo subliminal que a los radicales de derecha”. Cada vez más los judíos son insultados y difamados también en Alemania cuando aparecen en público. Totalmente erróneo en lo objetivo, el judaísmo es equiparado con la política actual del Estado de Israel. 

Como ya sucedió en tiempos del nacionalsocialismo, a los judíos nuevamente se les adjudica ciertos estereotipos físicos como la típica nariz aguileña. Además de eso, según esa propaganda, los judíos supuestamente son especialmente inteligentes, ávidos de poder y acaudalados. Secretamente los judíos estarían dirigiendo tanto la economía como también la política mundial; como ya decía en los Protocolos de los Sabios de Sion, documentos inventados con motivos de propaganda. Estos Protocolos describen una supuesta reunión secreta de representantes del “judaísmo internacional” para una “conspiración mundial judía”. Según dichos protocolos, líderes judíos habrían conferenciado sobre cómo llegar al dominio sobre la humanidad –y eso al hacerse cargo poco a poco del control sobre economía, finanzas, medios de comunicación y cultura. Si bien la falsificación de estos textos propagandísticos entretanto pudo ser demostrada claramente, el panfleto hasta el día de hoy es impreso y repartido en el mundo árabe. A través de inmigrantes árabes los Protocolos de los Sabios de Sion y escritos difamatorios antisemíticos similares nuevamente están llegando a Alemania y desarrollan su potencial destructor. 

Finees Goldschmidt, presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, expresó recientemente su gran preocupación sobre el aumento continuado del antisemitismo en la región. El número de los judíos residentes en Europa habría disminuido claramente en los pasados diez años, bajando de 20 a 1,6 millones de personas. Desde 2012, en un antisemitismo disfrazado de discusión política, por ejemplo, se  hace campaña masivamente en contra de la circunsición judía y de la práctica de carnear judía. 

Los ciudadanos responsables no pueden permanecer inactivos ante un aumento del antisemitismo. Las personas amantes de la verdad tienen que objetar audiblemente contra la propaganda burdamente distorsionada contra judíos e Israel. Los cristianos están obligados a esforzarse a favor de la justicia y de la protección del pueblo escogido por Dios, aun cuando no todas las decisiones políticas del Estado de Israel sean de su agrado. 

“No ha desechado Dios a su pueblo, el cual antes conoció” (Ro 11:2). 

Extracto del artículo “Cada vez más antisemitismo”.

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