¿Aficionado o jugador?

Aart Haverkamp

Muchos hinchas de equipos de fútbol están convencidos de que tienen más comprensión de los partidos que el propio entrenador; ellos hablan mucho desde las tribunas o desde sus casas, pero aun así no participan del juego. Esto me lleva a la siguiente pregunta: nosotros ¿somos solo aficionados sabelotodos de Jesús, o también participamos activamente en Su equipo?

No pasa un solo día sin que algún canal de televisión transmita un juego de fútbol, este deporte tan popular, seguido por millones de personas. Cuando se trata de campeonatos internacionales, los estadios están llenos de aficionados; ellos comparten apasionadamente tanto la suerte como la desgracia de su club de fútbol favorito. Lo que llama la atención, sin embargo, es que en este tipo de competencias deportivas siempre hay un número bastante menor de jugadores en la cancha que de aficionados en las tribunas.

A veces, pareciera que con los cristianos sucede algo similar: solo unos pocos jugadores están en la cancha, pero hay muchos aficionados tras las líneas laterales. Tal como en el deporte, muchos opinan sobre el juego, discuten durante horas los errores que se han cometido, y cuando algo sale bien o sucede algo sensacional, no paran de hablar de ello.

Este no debería ser nuestro caso; la Iglesia de Jesucristo solo debería tener “jugadores”, personas que colaboren en la obra del Reino de Dios. Un grupo de aficionados que solo acompaña y aporta su opinión sin participar activamente en el juego, no debería tener lugar en la Iglesia. Jesucristo mismo dijo, en Lucas 14:27, que debemos seguirle personalmente y tomar nuestra propia cruz.

Es bueno animarse mutuamente, pero eso no debería ser producto de encontrarse “fuera de la cancha”, estando presentes solo para comentar suerte y desgracia de los otros. Es fácil sentarse en la iglesia cada domingo y cantar, escuchar, observar las actividades de otros, y ver lo que hacen mal. Sin embargo, nosotros mismos debemos tener una fe viva y una relación personal con Jesucristo.

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